miércoles, 11 de noviembre de 2009

La importancia de la maduración




No solo en las personas. También en la cerveza.

La semana pasada me encontre dos botellas que se me habian olvidado en el closet. Las habia dejado ahi porque la cerveza no fué particularmente buena, ni mala.

Abrí una cuando estaba trabajando el la noche y me llevé una muy agradable sorpresa: estaba buenísima. Había perdido el sabor dulzón que habia detectado en algunas y que casi siempre el amargo del lúpulo enmascara. Buena espuma, buena pierna (como en el vino, se adhiere al cristal). También estaba muy clara, sin turbiedad. La verdad, me quedé sorprendido.

Creo que por las prisas, ultimamente no he dejado madurar la cerveza lo suficiente. Por esto estoy reteniendo mis ultimos dos tandas de producción. Quiero ver como se comportan con un par de semanas en la botella...




2 comentarios:

  1. Como cuando vas a lavar la ropa y te encuentras un billete en la bolsa del pantalón...

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  2. ha de ser la que me dijo el Blondie, que habia probado en Thanksgiving, que con tres vasitos lo manaste bien servido.

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Manifiéstate, espiritu inmundo